viernes, 9 de marzo de 2012

El hombre y la ciudad


Dicen que el mundo se acaba
pero se acaba más rápido el frio
y tu beso.
En esta ciudad la noche es más noche,
a veces el día es más noche
cuando se apagan tus ojos.
Recuerdo la ternura del ladrillo rojo
de la espalda desgarrada ante mi mano
la ternura del cuerpo inerte con la respiración agitada,
se me cae la muerte y  la vida
de las arrugas de la boca.
En esta ciudad los edificios se construyen con clips,
las calles se caminan con clips,
los niños tienen manos de clips
y los amores tienen labios de clips.
Nuestros dos seres eclipsados en palabras
en la reminiscencia al plato limpio
a la comida del domingo que se hartarán otros
a no querer lavar la ropa
y tenerte el fin de semana para mí
dormido entre estas cuatro paredes
que hoy me diluyen los ojos,
como duele este espejo
que ya no me refleja
que me refleja borroso
como si me estuvieran botando las arrugas
como si esta ciudad se me olvidara con tus besos
esos besos que aun no nos hemos dado
tal vez si ya no te fueras
tal vez ya te fuiste
tal vez no te sujete tan fuerte de la piel
y ahora se te deshacen las ganas
Pero, por qué no me dijiste?
siempre esta ciudad llena de lápices
llena de plumas,
llena de tus pasos borrados,
llena de tus pies corriendo,
llena de otras ciudades
que no se conocen
de hombros que se empujan en la calles
de hombres que no se conocen en la calle
de calles que no conocen a los hombres
pero todos  terminan en el mar.

3 comentarios:

  1. Un poema muy bien elaborado. Intuyo que es tuyo. En serio, está muy bien, un uso de las palabras muy inteligente.
    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. muchisimas gracias francisco, el poema es mio, lo escribi el año pasado y es uno de mis favoritos. mañana subiré otro post. estoy escribiendo algunas cosillas. un saludo. David

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  2. En el mar, ahí donde comienzas tú. ¿Lo recuerdas?

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